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Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


sábado, 30 de marzo de 2013

TORRIJAS, UN CLÁSICO DE LA SEMANA SANTA

     El sabor de la cocina casera  en una golosina de leche y miel
    Hoy he preparado el más clásico de los dulces de Semana Santa: torrijas. Mi madre, que es una gran cocinera, me ha dado la receta con su peculiar estilo, es decir, a cálculo. Ella se mete entre fogones y no entiende de más medidas que la experiencia y el instinto. Tampoco tiene respuesta para los tiempos de cocción. “La miel tiene que hervir un ratito”, me dice. "¿Cuánto, cinco minutos, por ejemplo?", le pregunto. "No sé, eso lo ves tú, cuando esté un poco espesita..." Me he arriesgado a hacerlas tal como ella me lo ha explicado, sin tiempos ni medidas. Una vez terminadas y probadas, os confirmo que me han salido deliciosas. He tenido la precaución de tomar todas las medidas de los ingredientes que he utilizado, para escribir la receta de forma que no presente problemas ni dudas a la hora de su elaboración. He comprado un pan especial para torrijas, lo he cortado y me han salido, exactamente, 17 unidades. Enumero los ingredientes y, a continuación, explico cómo se elaboran.
                          
   MODO DE ELABORACIÓN: Se pone la leche al fuego en una cacerola y se le añade el azúcar, la canela en rama y la cáscara de limón. Cuando empiece a hervir se retira del fuego, se deja enfriar y se reserva. A continuación se parte el pan especial para torrijas en rebanadas gruesas, de algo más de un dedo de espesor. Estas rebanadas se mojan por ambos lados en la leche que teníamos reservada una vez que esté fría y se dejan reposar durante media hora aproximadamente. Transcurrido ese tiempo se pone aceite de oliva al fuego en cantidad suficiente para freír y se le echa una cáscara de limón para que le dé sabor. Cuando el aceite esté caliente, se retira el limón y se deja a fuego medio. En un plato hondo se baten los cuatro huevos, se mojan en ellos las torrijas, una a una, y se van friendo en el aceite hasta que adquieran un tono dorado. Una vez fritas toca el último paso: el enmelado. Para ello se pone la miel al fuego y se deja hervir unos cinco minutos. Se retira del fuego y, en ese mismo momento, con la miel caliente, se van mojando en ella las torrijas por ambos lados y colocándose en la fuente donde vayan a servirse.
  Las torrijas constituyen un postre delicioso y nutritivo. Su elaboración no es nada complicada, aunque requiere lo de siempre: paciencia. Os animo a prepararlas en casa. Salen mucho más ricas y, por supuesto, más económicas que las que se venden en la calle. ¡A cocinar y a disfrutar!

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