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Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


martes, 1 de enero de 2013

MUCHOS PRETENDIENTES, NINGÚN AMOR

Busca algo más duradero que la pura pasión sexual, tan intensa como efímera...
    Katty Lloyd termina este año con muchos hombres al retortero, pero es consciente de que ninguno de ellos se convertirá en el definitivo, en el compañero con el que estaría dispuesta a pasar el resto de sus días. Con la mayoría de ellos, la relación se limita al sexo o a las expectativas de tenerlo. A continuación, una breve semblanza de los caballeros que la han rondado o con quienes se ha citado recientemente y persisten en el empeño de conocerla o de volver a verla.
                 
    El Pijo: joven treintañero con la cartera repleta, hijo de alta cuna y empresario desde que echó los dientes. Junto a él, Katty ha vivido fogosas escenas de SEXO EN LA PISCINA durante el pasado verano. Acaba de inaugurar un local en una concurrida zona de copas de Madrid y la invitó a la presentación, pero ella no quiso darse por aludida. Era una más de los cientos de invitados a un evento que el anfitrión convocó a través de las redes sociales. Al día siguiente de la fiesta, la llamó para decirle cuánto la había echado de menos e insistir en sus ganas de que encontraran una noche para disfrutarla a solas. Sin embargo, ese hecho no acaba de producirse.
   El Chiqui: informático de la misma edad que Katty, unos 40 años, y llamado así por sus escasos 1,65 metros de estatura. Se conocieron por Internet y ya han tenido sexo LA SUERTE DE ELEGIR. La ha llamado repetidas veces e insiste en sus deseos de amarla de nuevo. Le ha confesado en varios mensajes el placer inmenso que sintió a su lado y lo mucho que tiene que aprender de ella, y le ha pedido que sea la compañera con la que estrenarse en el sexo anal. Katty se ha limitado a contestarle que para eso se necesita una destreza especial y una compañía que también lo sea. Aunque piense para sus adentros que él no cumple los requisitos, no se lo ha hecho saber abiertamente. El Chiqui ha intentado sin éxito cuadrar una nueva cita a la que Katty, de momento, está dando largas.
    El body guard: hombre de apuesto rostro y despampanante anatomía al que ha conocido en la red y con el que aún no ha celebrado la primera cita debido a un viaje laboral del galán al extranjero. Una vez de vuelta, la llamó y quedaron en verse una tarde para tomar unas cañas. Poco después, volvió a telefonearla para aplazar el encuentro a la mañana siguiente con una excusa a la que Katty no prestó atención. Simplemente, le contestó que no era posible. Se sentía orgullosa de no secundar los vaivenes de un tipo consciente de su exuberancia física y seguro sobre sus dotes de seducción.
    -Vuelve a llamarme cuando dispongas de tiempo y yo te diré si me conviene o no, le indicó en tono firme y en eso quedaron.
     El Musculoso: amante de Katty desde hace varios meses y dotado también de un cuerpo espectacular, se conocieron a través de Internet y han mantenido algunas citas íntimas en el apartamento de ella, además de un encuentro fortuito en una torre de oficinas. La casualidad los juntó y se regalaron un rato de pasión tórrida en un despacho semi abandonado que el personal de seguridad de aquel rascacielos usaba para guardar sus objetos personales LA SORPRESA Y EL DESEOKatty salió del lugar con la sonrisa floja de la mujer que ha alcanzado la plenitud en la satisfacción de sus instintos más básicos. No ha visto a EL MUSCULOSO desde entonces, aunque él sí se ha molestado en telefonearla con frecuencia e insistir en su objetivo de concertar otra fogosa cita. Katty le ha dado largas. En alguna ocasión, por falta de tiempo y, en la mayoría, por desgana. Aunque se considera una mujer muy sexual, no siempre está preparada para un polvo rápido sin más sentido que el del placer carnal, lo único que le ha proporcionado este amante de anatomía prodigiosa.

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