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Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


lunes, 4 de junio de 2012

OLIVIA, WYNIE Y SUS AMIGOS ESPECIALES

    ...Recordaba el sabor incomparable de sus labios, el deleite de su cuerpo desnudo y el embrujo de sus manos explorando las fuentes del placer...
     Olivia N. y Wynie Smith han pasado un fin de semana muy bien acompañadas. La primera estaba citada el viernes con El de 28 y junto a él permaneció hasta el domingo. Wynie también había quedado con El Tuitero el viernes y no se separó de su lado hasta el sábado por la noche. Ambas fueron, durante muchas horas seguidas, deseadas y amadas, halagadas y mimadas...
                             
      Desde que se reencontraron en fechas recientes, El de 28 asaltaba con frecuencia los pensamientos de Olivia. De sopetón y en contra de su voluntad, el murmullo de sus palabras susurrantes -”eres mía, te quiero solo para mi”-, pronunciadas en pleno éxtasis amoroso, inundaba sus sentidos. Lo maldecía entonces por ser tan cínico, por decirle esas cosas después de anunciarle que tenía novia y, sobre todo, por no poder apartarlo de su mente sabiendo que nunca sería del todo suyo. El Reencuentro de Olivia y El de 28
     Era consciente de esta realidad pese a haber pasado un fin de semana entero en sus brazos. Pese a haber escuchado de sus labios un “te quiero” reiterado. Y pese a haberlo sentido dentro de su cuerpo con la intensidad y el deseo de la primera vez... No podía dejar de pensar en lo enamorada que estuvo de él y en su repentino abandono. Aunque le hubiera pedido perdón una y mil veces, jurándole que lo lamentaba de corazón. Aunque le asegurara que acababa de dejar a su novia y que ella era la única mujer que lo hacía verdaderamente feliz, Olivia tenía claro que un abismo inexpugnable los separaba: quince años de diferencia. Razón suficiente para negarse a sí misma la posibilidad de volver a enamorarse de él...
      Después de despedirlo al caer la noche del domingo se recostó en el sofá y se deleitó rememorando los momentos gloriosos que acababan de disfrutar juntos. Él cantándole al oído temas de Leonard Cohen mientras la acariciaba con una pasión no exenta de ternura. El sabor incomparable de sus labios, el deleite de su cuerpo desnudo y el embrujo de sus manos explorando las fuentes del placer... Cerró los ojos y se recreó en su estado de dicha. Sentía en esos momentos que el futuro no importaba. Que su ser estaba impregnado de las horas pasadas a su lado y que esa sensación era mutua. “Siempre habrá algo de mi en ti”, le dijo él antes de marcharse... Y con el eco de esas palabras se quedó dormida. Una amplia sonrisa de satisfacción se dibujó en su semblante...
     Wynie Smith también pasó gran parte del fin de semana con su nuevo amigo especial: El Tuitero. sobre ellos y sus aventuras os informaré mañana...

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